25 años por Cecilia Yeregui

Marcia Müller 25 años con la música

de Mariela Cecilia Yeregui, el Sábado, 9 de junio de 2012 a la(s) 20:02 ·

Hacía mucho frío, un poco más que el tolerable para salir a la noche. No importó, de pronto las personas fueron llegando a la Sala Auditorio de la Universidad Católica para escuchar-y celebrar- a Marcia lo que finalmente fue un regalo de ella para todos los que estuvimos presentes.

Comenzó tímidamente y dejó que las teclas de su acordeón hablaran, todos en silencio comenzamos a escuchar los acordes que salían de sus manos y de todo su ser.

Empezó bien, el aplauso enérgico fue el puntapié para que la docente-estudiante-música-compositora-creadora-artista soltara su voz y nos la regalara en palabras, poemas y canciones.

Le dedicó la actuación de esa noche a su hermano Luciano (primera emoción) que por lo que se puedo advertir más que su hermano es un pilar fundamental en su vida.

Luego presentó a Mauricio Laferrara "su mitad en la música" tal como lo presentó (qué guitarrista) más tarde comprendí de dónde venía el muchacho y quienes habían sido sus maestros -hasta ahora no lo conocía más que de nombre- no soy una persona muy conocedora de la música, sólo puedo disfrutarla y sentirla y eso es justamente lo que me sucedió anoche.

Despues la fiesta se largó con todo: un trío de amigas de las épocas de la Escuela de Música cantaron con Marcia una canción de aquellas épocas, dos chicas acordeonistas de Federal (creo y espero no haberme equivocado) tocaron sendas acordeones demostrando lo que pueden hacer las mujeres con la música, un cantor amigo que vino desde lejos y le puso mucha energía al Cosechero, Yael Laferrara haciendo sus primeros pasos en los escenarios con la tía Marcia (a "la que les dije" se le cayeron las medias) su tío recitador, tocando junto a su papá y los músicos que lo acompañan, el coro de niños de La Paz creado hace un par de años por quien he mencionado, el coro de Adultos con nuevo director, Guido Tonina y Aydeé Chaparro (guitarra, voz y acordeón buen ensamble) , los bailarines, su mamá bailando, familiares contando anécdotas y tanto más que por miedo a errar ya no sigo.

Qué orgullo, qué alegría. Cuánto camino ha recorrido esta mujermúsica, manos de sol, voz de irupé, qué delicia su Chamamé, cuánta expresión, cuánta búsqueda, cuánto encuentro.

Fue realmente una fiesta.

Me tuve que ir antes del final, quise saludarla pero durante la semana el frío había hecho su trabajo y estaba al borde de la fiebre.

Deseo de todo corazón que vuelva y presente muchos discos más, que más personas conozcan su trabajo y tomen su ejemplo de tenacidad y amor por la música.

¡Salud Marcia Müller! y gracias